Qué más da
que el tiempo no nos dé la razón,
al fin y al cabo qué más da,
que la unión sea la fuerza del vacío,
que el egograma sea complejo.
que el tiempo no nos dé la razón,
al fin y al cabo qué más da,
que la unión sea la fuerza del vacío,
que el egograma sea complejo.
Qué más da
que el futuro sea un gran plato de caos,
aderezado con miserias presentes, pasadas
continuas...
Que más nos da
que los libros de historia no nos mientan,
y que el que miente tenga la gloria.
Seguiremos esperando:
Waiting generation.
2 comentarios:
Querido Carlos:
No sé si es una extraña forma de pesimismo o, por el contrario, una radiante invitación a la vida este texto. Ambas cosas, viendo cómo marcha el mundo, serían compatibles, teniendo en cuenta lo que vemos y no deseamos, y lo que deseamos y no vemos.
Me quedo con una frase de nuestro querido Pío Baroja: "Cuando estoy fuera de España quiero convencerme de que nuestro país no está muerto para la civilización, que aquí se discurre y se piensa, pero cuando cojo un periódico español me da asco; no habla más que de políticos y de toreros. Es una vergüenza". Mientras tanto, quizás tengamos que seguir esperando (sin desesperar)...
Abrazos, abrazos...
Luis Q.
www.autobiografiaporescribirluisquinonesc.blogspot.com
Quizás sea precisamente un poco de eso Luis; esa sensación de ver como en muchas ocasiones los bichos humanos no sólo tropezamos en la misma piedra una y otra vez; sino que además somos capaces de llamar renovador al más oscuro reaccionario.
Quizás sea que inventemos las mismas soluciones para los problemas de siempre y simplemente los redecoramos al más puro estilo Ikea para llamar al sofá
Ektorp y al silencio Fujitsu.
Mientras, muchos bichos nos conformamos con pensar que como no está en nuestras manos, como no somos elementos de poder, nuestra conciencia está tranquila. Nos quedamos esperando en Fujitsu sentados en nuestro Ektorp.
Quizás, si seamos sujetos de poder desde el momento que que decidimos qué queremos comprar y qué no; quizás si seamos sujetos de poder cuando nos negemos ser cómplices de todo este caos.
Solo era eso, amigo Luis.
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