Efímeros son los días de verano, los helados, cada puesta de sol.
Efímeras son mis preocupaciones presentes, el deseo, la lista de la compra.
Efímeros han sido los cuarteles de Campamento,
las estatuas ecuestres del generalísimo,
la Cárcel de Carabanchel, los graffiti de Muelle,
los Acid de tus camisetas, la fiebre del Tamagotchi.
Mi hipoteca aunque persistente, será efímera.
El televisor, el sofá, las toallas, los bolígrafos, la nevera,
los zapatos que me calzo cada día
también serán efímeros.
El itinerario que recorro camino al trabajo será efímero
cuando mañana tenga por destino otro punto de la ciudad.
La señora que me quita el sitio, el amable kiosquero,
el chaval que amenudo me ofrece dvds,
la atractiva universitaria del vagón,
el señor del paraguas kilométrico y
su acalorada esposa.
El pipipipi que me anuncia el tren perdido,
el calor abrasador de Embajadores, el
olor a bollería recién hecha en La Sorianita.
Todas estas señales que configuran mis coordenadas diarias
estoy seguro de que
Efímeras son mis preocupaciones presentes, el deseo, la lista de la compra.
Efímeros han sido los cuarteles de Campamento,
las estatuas ecuestres del generalísimo,
la Cárcel de Carabanchel, los graffiti de Muelle,
los Acid de tus camisetas, la fiebre del Tamagotchi.
Mi hipoteca aunque persistente, será efímera.
El televisor, el sofá, las toallas, los bolígrafos, la nevera,
los zapatos que me calzo cada día
también serán efímeros.
El itinerario que recorro camino al trabajo será efímero
cuando mañana tenga por destino otro punto de la ciudad.
La señora que me quita el sitio, el amable kiosquero,
el chaval que amenudo me ofrece dvds,
la atractiva universitaria del vagón,
el señor del paraguas kilométrico y
su acalorada esposa.
El pipipipi que me anuncia el tren perdido,
el calor abrasador de Embajadores, el
olor a bollería recién hecha en La Sorianita.
Todas estas señales que configuran mis coordenadas diarias
estoy seguro de que
también son efímeras.
Sin embargo, compañera mía,
nuestro pacto tácito no es efímero,
a pesar de las nubes, de los hielos,
la extraña forma de bi-vivir
nuestro pacto tácito no es efímero,
a pesar de las nubes, de los hielos,
la extraña forma de bi-vivir
que hemos elegido
parece eterna.
5 comentarios:
tu compañera debe estar absolutamente convencida de lo que dices e incorregiblemente prendada de tus palabras
Qué bonito encontar algo perenne en este otoño de hoja caduca.
Un abrazo,
Poema de amor, y yo con estos pelos, llego con el retraso con que tu llegaste a esa estación en la que el tren hacía pipipi, y te diste cuenta de que no era nada más que un tren más.
Por lo demas... déjame ser socarrón... ¿cambiarás los pactos por los contratos? ¿No son, acaso, más hermosos los primeros? Diría incluso que se rompe más fácilmente un contrato que un pacto entre dos que se conbiviven.
Besos, más besos.
Luis Q.
www.autobiografiaporescribirluisquinonesc.blogspot.com
Besos, amigo, besos.
Me ha quedado un poco críptico, perdón por la oscuridad...
Luis Q.
www.autobiografiaporescribirluisquinonesc.blogspot.com
Hola Luis, ciertamente prefiero los compromisos/pactos a los contratos. Si por mi fuera reduciría el ordenamiento jurídico a la mínima expresión y lo dejaría en un "haz con los demás lo que te gustaría que hicieran contigo"
Para mí tiene más fuerza mi palabra que todas las firmas que pueda haber regalado.
Pero resulta que decido a veces firmar con el único propósito de mejorar en derechos.
Reconozco que no tiene nada de hermoso, pero sinceramente, mi compromiso es del otro tipo y si le planto firma a efectos jurídicos o no me parece algo que no ha de modificar ni un ápice lo que esta amiga tuya y yo tenemos.
Un abrazo Luis,
Carlitos
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