En dos lagunas
navega mi barca,
mil horas me pierden
cada mañana.
Por dos laderas
caminan mis ansias,
en noche continua
siempre esperada.
Rayos de sol, que
alumbran mi senda,
enredan mi alma y
amarran la vela.
Tus dos melodías
son manos de santo:
amansan la fiera
solo acariciando.
Romero que en
la lucha me asistes,
hogera que mi
pasión enciende.
Cariátide de mi esperanza.
navega mi barca,
mil horas me pierden
cada mañana.
Por dos laderas
caminan mis ansias,
en noche continua
siempre esperada.
Rayos de sol, que
alumbran mi senda,
enredan mi alma y
amarran la vela.
Tus dos melodías
son manos de santo:
amansan la fiera
solo acariciando.
Romero que en
la lucha me asistes,
hogera que mi
pasión enciende.
Cariátide de mi esperanza.
1999 A Mónica (mucho antes de ahora, pero tan ahora como entonces)
2 comentarios:
Ole Ole y Ole...me ha encantado esta poesía.
Espero que esos momentos de antes y ahora con Mónica sigan por mucho tiempo de la misma manera encendiendo la hoguera literaria.
...por cierto, te robé eso de la "nube creativa" para escribir lo último de mi blog.. ;)
Bueno, considerémoslo como préstamo
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