Me borré, desaparecí de la cotidianedad que inundaba con mis idas y venidas, con mis planes, con mis locuras de excéntrico recoge basuras. Se acabaron las visitas inesperadas, los planes improvisados, las pesadas gracias singracia, los discursos inacabables, los cuentos malcontados...
Y, ¿me echaran en falta alguno de aquellos a los que acostumbraba a molestar con mi discurso apocaliptico?, ¿sentirán mi ausencia en sus reuniones? Es posible que no, en realidad no me he muerto, no hay nada de lo que apenarse. Es posible que todo continúe tal y como lo dejé, que alguna voz llene el vacío de mis palabras ahora ausentes.
Ahora me encargo de otros mundos, ahora recupero en soledad las mismas ideas gastadas. Molesto en otro universo, desespero a otros...
Me borré, simplemente me borré de allí donde estuve.
viernes, 13 de noviembre de 2009
me borré
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1 comentario:
Tal situación tan fugaz significa que has puesto en hora tu reloj.
Si fuera así, cuando te vea me susurras los minutos, las horas, los día y los años en los que vivimos, seguro que me gusta oirlo aunque siga siendo mentira.
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